La palabra trastorno del sueño se busca en Google más de 27.000 veces al mes en Alemania. Y el creciente número de anuncios de medicamentos y suplementos dietéticos para mejorar el sueño también sugiere que muchas personas tienen problemas con una parte muy importante de nuestra regeneración: el sueño.
Las personas que tienen problemas para conciliar el sueño, se despiertan repetidamente durante la noche o no se levantan descansadas por la mañana sufren porque las consecuencias van desde el cansancio frecuente hasta el agotamiento y la ansiedad.
Las causas pueden ser complejas, a menudo el estrés y la tensión están relacionados, pero también el poco ejercicio, el rechinar de dientes, la luz brillante en el dormitorio, el alcohol, el trabajo por turnos y muchas otras cosas pueden afectar al sueño. Por supuesto, también hay causas médicas, como ciertas enfermedades que nos hacen dormir mal, y la medicación es ciertamente útil en este caso, pero muchos médicos del sueño ayudan cada vez más a las personas a dormir tranquilamente y bien, incluso sin medicación. Y lo hacen porque saben que la medicación no siempre es la panacea. Los médicos del sueño, por ejemplo, utilizan la melatonina (una hormona que favorece nuestro sueño y que, por tanto, está presente en mayores concentraciones por la noche) sólo de forma muy limitada y cautelosa para los problemas de sueño.
Por el contrario, la publicidad sugiere actualmente que las píldoras y los aerosoles que contienen melatonina nos ayudarán a conciliar el sueño rápidamente y que por fin podremos volver a disfrutar de un sueño reparador. Lo que se omite es la información de que la melatonina se descompone al cabo de una hora y que, por tanto, no está garantizado el sueño nocturno. Tampoco se mencionan los posibles efectos secundarios, como dolores de cabeza, inquietud, nerviosismo, pesadillas y molestias gastrointestinales, mareos, irritabilidad y mucho más. Al final, es una hormona a la que cada persona puede reaccionar de forma individual.
Pero lo que es aún más importante: una deficiencia de melatonina no es necesariamente la razón por la que sufrimos trastornos del sueño. En aproximadamente el 50% de los casos, el estrés, la ansiedad, la tensión, los pensamientos inquietos, las enfermedades o la medicación son la causa de que no nos durmamos o no durmamos toda la noche.
Si estamos intranquilos o nos encontramos con frecuencia o constantemente bajo estrés y tensión, esto no es sólo una carga psicológica, sino también una tensión en nuestro sistema nervioso. En estos estados reacciona con un antiguo mecanismo de defensa. Las reacciones biológicas de estrés de lucha, huida o congelación son programas naturales de supervivencia de nuestro cuerpo y nos protegen en situaciones de peligro. Las hormonas del estrés se liberan, el sistema inmunológico y la digestión se apagan. Estas reacciones son muy útiles para el ser humano a corto plazo, pero si las tensiones persisten, podemos desarrollar enfermedades o incluso trastornos del sueño.
Hay muchas formas de promover un mejor sueño, por ejemplo:
Hacer suficiente ejercicio durante el día o salir a caminar por la noche.
Evitar las fuentes de ruido y luz en el dormitorio
Diversas técnicas de relajación y ejercicios de respiración
Masajes, relajación muscular progresiva
No comer ni beber mucho antes de acostarse
Evitar el alcohol, la cafeína y la nicotina por la noche
No utilizar aparatos electrónicos (teléfono móvil y televisión) antes de acostarse
Mantener un ritmo regular de día y noche
Algunas de estas cosas son útiles porque tienen una influencia directa en nuestro sistema nervioso autónomo. Sabemos por la neurología que un sistema nervioso autónomo o vegetativo equilibrado y aliviado es también la base de un sueño bueno y tranquilo, porque regula muchas funciones corporales, como la respiración, los latidos del corazón, la presión sanguínea, el metabolismo y la digestión, etc. Un sistema nervioso relajado, sin embargo, garantiza un sueño reparador.
Sin embargo, un sistema nervioso relajado no sólo garantiza un sueño mejor y más profundo, sino que nos sentimos más relajados en general, podemos afrontar mejor el estrés y los problemas, aumentamos nuestra capacidad de rendimiento/aprendizaje, así como la creatividad, etc. ....
En mis sesiones de coaching con el Protocolo Safe and Sound entrenamos nuestro sistema nervioso autónomo con la ayuda de la música. Como nuestro oído está conectado al nervio vago (el llamado nervio de la relajación y el mayor nervio del sistema nervioso parasimpático), podemos estimularlo con la ayuda de música técnicamente procesada a través de auriculares. De este modo, enseñamos a nuestro sistema nervioso a no reaccionar permanentemente a las "señales de peligro", sino a sentirse tranquilo, seguro y equilibrado. Y en muchos casos, esto constituye la base de un sueño reparador y reparador.
Si quieres saber más sobre esto, puedes leer más en mi página sobre programas de entrenamiento neurosensorial.
Fuentes:
El SSP no es un sustituto del tratamiento médico ni de la psicoterapia.
No se hacen diagnósticos médicos. Esta forma de tratamiento no sustituye el diagnóstico y el tratamiento de un médico o profesional alternativo ni otras medidas terapéuticas de apoyo.
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